Hola amigos:
Como ya comentábamos hace unos días, el curso escolar está ya esperándonos. Los niños están inquietos, algo nerviosos por este nuevo inicio, y los papis, por qué no decirlo, aunque deseosos que cada uno tome de nuevo las riendas de su quehacer diario, también tienen ese gusanillo en el estómago que les inquieta, porque no saben cómo va a reaccionar su hijo ante el nuevo curso, el nuevo tutor, o el nuevo colegio.
Hoy, quiero transmitiros desde aquí, tranquilidad, mucha tranquilidad; porque estoy en el otro lado. Es decir, en el lado que recibe; en el lado que va a acoger a vuestros retoños, y os digo, precisamente por experiencia, porque estoy en el otro umbral, que ellos lo toman con muchísima más tranquilidad y poder de adaptación de lo que vosotros os podáis llegar a imaginar. Así es que: ¡tranquilizáos!
Pero, es cierto, que también quiero daros un consejo para que ayudéis a vuestros hijos, a que no sólo el inicio de curso sea perfecto, sino que lo sea también a lo largo de todo el curso. ¿Y cómo podéis ayudar a que vuestro hijo tenga un buen inicio de curso, una buena andadura por él y un buen final del mismo? Nada más y nada menos que ayudándolos a que haya orden en su vida, en su día a día, en sus pautas, en sus rutinas. Y que sepan, qué tienen que hacer en cada momento y qué se espera de ellos.
Debéis ayudar a vuestro hijo, a organizar tiempo y espacio. Sí, sí, su tiempo y espacio. Así pues, empezad ya con la labor. Coged lápiz y papel y realizad un horario, un planing, como queráis llamarlo, de manera que quede completamente reflejado lo que vuestro hijo tiene que hacer, cada día de la semana y en cada una de las horas principales del su día. Es fácil, os lo aseguro.
Si vuestro hijo es pequeño y no sabe leer todavía, no hay nada más significativo y atrayente que realizar su planificación diaria y semanal, mediante dibujos representativos de la actividad que han de desarrollar en cada uno de los días o de la semana, y que vosotros queréis que recuerden y asimilen.
Del mismo modo debéis crear un espacio único para vuestro hijo. Si no disponéis de una habitación de estudios, o un espacio suficiente en su dormitorio para instalar un pequeño rinconcito con sus cosas, intentad encontrar en algún sitio de la casa, un pequeño espacio donde ubicar una estantería o una pequeña mesa de estudio donde vuestro hijo, tenga completamente ordenadas sus cosas y se acostumbre a tener el hábito de estudio y trabajo; aunque sea simplemente realizar un dibujo precioso para colgarlo en la nevera o llevárselo al día siguiente a su Seño, o realizar sus puzles… Ese, será su espacio habitual.
Enseñémosles, habituémosles al orden, al hábito de trabajar siempre de forma ordenada y constante.
El orden, la constancia, el hábito, el pequeño pero continuado esfuerzo, conseguirán conformar en nuestro hijo, una persona con método, una persona bien estructurada, bien organizada, resolutiva, y por lo tanto, una persona con capacidad para el trabajo y el esfuerzo.
¡Hala! manos a la obra, y empezad junto con vuestros hijos, a elaborar un buen horario en el que ellos, con un simple vistazo, sepan lo que han de hacer en cada momento de cada uno de los días de la semana.
Os lo aseguro, es muy valioso y estaréis ayudando a vuestro hijo, y a vosotros mismos; ya que si invertís un poco de tiempo ahora en la elaboración del horario y en que se habitúe a llevarlo a cabo, en poco tiempo, ese vuestro esfuerzo, revertirá positivamente en vosotros también.
Hasta pronto.
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