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08.10.2015

CÓMO AYUDARLES A AFRONTAR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO

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CÓMO AYUDARLES A AFRONTAR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO

Hola amigos:

Hoy quiero hablaros de un tema algo delicado, pero no por ello tenemos que ir dejándolo pasar, porque desgraciadamente, va a ocurrir en algún momento de la vida de nuestros hijos y tenemos que saber cómo ayudarlos a asimilar el tema. Me estoy refiriendo a la pérdida de un ser querido. A cómo se le explica a nuestro hijo, de forma que lo entienda como algo que es intrínseco al ser humano -el nacer y el morir- pero a la vez no llegue a provocarle algún tipo de miedo, sentimiento de culpa, confusión…

Cuando suceden estas pérdidas de abuelos o personas muy queridas dentro del seno familiar, suele generar un desconcierto en los padres porque, al dolor y el desespero de la situación, se le suma otro sentimiento que es el miedo a que nuestro hijo sufra en demasía por tal pérdida; a que no lo acabe de asimilar correctamente, etc. Son tan pequeños, que no los acabamos de ver preparados para encajar un golpe tan fuerte como este.

Como siempre digo, la mejor opción es hablar con los hijos de una forma adecuada para su edad; dándole la información precisa pero sin ahondar en detalles que le puedan generar un plus al dolor que sentirá por la pérdida de ese ser que él tanto quería. Así pues, podemos explicarle la situación; si el abuelo o abuela estaba ya enfermo, podemos decirle, que ha acabado de sufrir, de padecer y que ahora está descansando y tranquilo.

Debéis explicarles que todas las personas, dentro de muchos años, moriremos y nos reuniremos con nuestros seres queridos que han faltado antes que nosotros. Pero que no debe preocuparse, porque ni a vosotros ni a él le va a ocurrir eso ahora, ni en breve; falta mucho tiempo para ello. Es ley de vida que las personas, nazcan, crezcan, sean jóvenes, luego más adultos, y luego envejezcan, como le ha pasado a ese familiar en cuestión que acaba de fallecer.

No os importe que llore. Es bueno llorar, debe llorar y sacar ese sentimiento de pena que le invade; como también es bueno que hable -si él quiere-; que os haga preguntas y vosotros debéis contestarle. De esta forma le ayuda a desahogarse e ir asimilando la situación.

Es normal también, que os pregunten dónde están o se van las personas que fallecen y en concreto, ese ser querido que acaba de fallecer. Debéis explicarle, que el cuerpo fallece, pero queda la esencia, la energía, el alma de esa persona, (como queráis llamarlo, dependiendo de vuestras creencias) que se va junto a las almas, energía, etc… de sus seres queridos que faltaron antes que él. Así que aunque le dé pena, debéis hacerle ver, que esa persona que ha fallecido, va a estar ahora muy feliz también, porque está con otras personas que quiere y que hace mucho tiempo que no veía.

Otra cuestión que podéis responder, si vuestro hijo os pregunta si ya no podrá ver o hablar con ese familiar fallecido, es que, ciertamente vuestro hijo no lo podrá ver; pero el familiar en cuestión, siempre le va a estar observando, viéndolo crecer, estudiar, jugar… y que además siempre que quiera, puede cerrar los ojos, y le puede contar cosas de su día a día, porque ese ser tan querido, seguro que lo escuchará y se alegrará de que se acuerde de él y de que le cuente cosas de día a día.

Pueden surgir en vuestro hijo sentimientos de culpa, porque se acuerde de que en algún momento, él no se comportó correctamente e hizo enfadar al familiar fallecido. Debéis tranquilizarlo, y decirle que eso no tiene mayor importancia, y que seguro que eso ya se lo perdonó en aquella ocasión.

Para nada tiene que sentir culpa o remordimiento por haberse comportado de una forma incorrecta, como tampoco ese comportamiento ha sido el detonante de su fallecimiento. Este tema, debéis dejárselo bien claro a vuestro hijo para evitar sentimientos de culpabilidad que los niños, si no gestionan bien las emociones, pueden llegar a aflorar.

Siempre que notéis algo triste a vuestro hijo, intentad hablar con él, para que vaya sacando toda esa emoción que le invade y así le ayudáis a gestionarla. Veréis como de esa forma, y con la ayuda del paso del tiempo, vuestro hijo, poco a poco va adaptándose y asimilando la situación.

Nos vemos pronto, amigos.

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