Buenos días:
Después de las vacaciones estivales, la vuelta al cole, a la rutina, los horarios, las normas… se hace cuesta arriba. Ha sido un período en el que los padres se relajan en las pautas, normas, horarios y todo fluye diferente.
Pero los padres, pueden ayudar mucho a que ese inicio de curso, ese volver a las rutinas escolares, a que ese cambio de etapa o de colegio, de amigos o incluso, ese inicio en su escolaridad, sea lo más positivo posible, sea un reencuentro con sus amistades y un volver a ilusionarse por algo nuevo. La cuestión es enfocarlo de una forma positiva, viendo los beneficios que aporta esa nueva etapa.
¿Y cómo podemos ayudarles? Muy fácil:
- Unos días antes de dar comienzo las clases, se han de ir adoptando las rutinas y horarios que se tendrán una vez iniciado el curso. Así pues, horarios de comidas, horas de sueño, hábitos o tareas… Todo esto, se ha de empezar a realizar con algo de anterioridad, para que el cuerpo y mente vayan adaptándose.
- Para ilusionar a nuestros hijos con el nuevo curso o nueva etapa, iremos a comprar juntos todo lo necesario para el colegio: libros, uniforme, material escolar y por qué no, algún estuche nuevo o mochila nueva… algo que les ilusione y motive.
- Si hay que forrar o etiquetar libros o material, organismos una tarde en la que prepararemos las etiquetas con el nombre y que incluso, las pueden decorar ellos mismos, dándoles un aire más personal.
- Habladles mucho y de forma positiva sobre este nuevo período, sobre los beneficios de ir creciendo y aprendiendo. Recordadles lo orgullosos que os sentís de ellos, porque se van haciendo mayores y van superando curso tras curso, todo lo que se proponen y motivadles a que empiecen desde el inicio, a trabajar con ahínco.
- Es muy importante que los padres revisen, junto con sus hijos, los libros que han comprado para el nuevo curso. Es una forma de ver qué van a trabajar en cada una de las materias, comentar algo en concreto que a nosotros nos gustaba especialmente cuando teníamos su edad; contarles alguna anécdota que recordemos de nuestra época estudiantil… En definitiva, consiste en crear un diálogo, una complicidad entre padres e hijos, de manera que ellos vean que nos involucramos en sus cosas, en sus estudios y que estaremos al tanto de toda su evolución.
- Es hora también, de establecer las normas, las pautas, rutinas, actividades… Vuestro hijo, debe saber lo que se espera de él, cuáles son sus tareas, sus obligaciones, sus horarios de trabajo y estudio; así como sus tiempos lúdicos.
- Es bueno que preparemos juntos, un lugar adecuado donde realizarán sus tareas y donde estudiarán. Debe ser un lugar tranquilo, con luz adecuada, y donde vuestro hijo disponga de forma ordenada sus libros y todo su material.
- Los primeros días, podéis ayudarles a que se organicen los tiempos de estudio, los de ocio, así como también sus tareas asignadas en casa y el orden de sus cosas. El orden es muy importante para una buena estructuración mental y posterior desarrollo y organización en todas sus actividades.
- Si son más pequeñitos, posiblemente habrá un período de adaptación, en el que los niños irán entrando progresivamente al colegio, o un tiempo estipulado, que luego irá aumentando. Cada colegio, tiene sus normas y formas de programar esa entrada de curso. Se puede pautar con la maestra, el que los primeros días, el niño lleve algún objeto al cual tenga más aprecio. Le dará seguridad. De igual forma, que se habrá realizado con anterioridad al inicio de curso, alguna jornada de puertas abiertas, en la que los padres habrán ido con sus hijos a ver el colegio, la clase y conocer a su tutor.
- Importantísimo es que no les traslademos nuestro nerviosismo, nuestro temor o pena porque van a ir a cole, porque nos vamos a desprender de ellos, porque van a llorar… Ellos nos deben ver seguros, ilusionados, debemos trasladarles con nuestra actitud, lo positivo de esa nueva etapa.
- Durante el camino al cole, debemos ir comentándoles lo que se van a encontrar, los amiguitos, la seño, patio, juguetes para jugar… Le comentaremos todas las cosas que van a hacer y lo bien que se lo van a pasar. ¡Ah!, y no olvidéis decirles que luego, os lo tienen que contar todo.
- Cuando lo dejéis en el cole, hacedlo con seguridad, con alegría, sin dudar ni hacer cara de pena o de lástima. Es algo bueno para vuestro hijo, y él así lo ha de percibir.
- Cuando lo recojáis, no os abalancéis sobre él como si lo hubierais rescatado de la guerra. ¡No!. Lo besáis y felices y contentos, le preguntáis cómo ha ido el día, qué ha hecho, cómo se llaman sus compañeros, su maestro… En fin, establecéis un diálogo.
- Ah, y si llora, no pasa nada. Es muy normal. En dos o tres días dejará de llorar. Si os pregunta algo, u os hace algún comentario sobre alguna inquietud que tiene, lo escucháis, y le decís que comprendéis cómo se siente, pero que es normal, y le explicáis lo positivo de ir al colegio, de esa nueva etapa.
Sobre todo, queridos papis, es muy importante que les trasladéis entusiasmo, ilusión, que les comentéis los beneficios que todo ello les aporta. Podéis comentarle experiencias vuestras, enseñarles fotografías de cuando vosotros ibais al colegio, hablarles de que llegará un día que recordarán todo esto que están viviendo ahora, con nostalgia y que se sentirán satisfechos y orgullosos de toda esa trayectoria, de las amistades que harán, de todo aprendido, etc.
Si vosotros tenéis una actitud positiva ante el inicio escolar, ellos también la tendrán.
¡Feliz curso!
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