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21.12.2015

¿CÓMO ORGANIZAR LAS VACACIONES FAMILIARES CUANDO LOS HIJOS SUSPENDEN EL CURSO?

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¿CÓMO ORGANIZAR LAS VACACIONES FAMILIARES CUANDO LOS HIJOS SUSPENDEN EL CURSO?

Hola amigos:

Muchos de vosotros estáis a punto de coger ya las vacaciones, pero este año, la cosa está algo revuelta, porque vuestro hijo, se ha cargado varias asignaturas, y de las de peso, que se suele decir… ¿Qué vais a hacer? ¿Se os aguaron las vacaciones?

Mirad, cuando esto sucede, normalmente, ya se debía estar viendo a lo largo del curso. Un alumno no se carga todo el curso o toda la asignatura porque en el último trimestre haya flojeado por algún motivo. Eso tenedlo por seguro. Los profesores, antes de poner una nota, evalúan muchos aspectos del alumno, su esfuerzo, su dedicación, su aptitud y actitud ante el aprendizaje, su situación personal, o familiar… Puede que el alumno o la familia estén pasando por algún momento delicado que esté haciendo mella en el rendimiento del niño, etc. De manera, que ante todas estas valoraciones, se habrán ido tomando medidas al respecto, tanto con el alumno como con la familia, para conseguir ayudar a ese chaval a que salga adelante.

Ahora bien, si el motivo de los suspensos de vuestro hijo, no tienen nada que ver con estos aspectos que os he comentado, sino que responden a una actitud poco comprometida y poco responsable de vuestro hijo, la cosa cambia sustancialmente; porque a lo largo del curso se le deberá haber avisando a este niño de que esa actitud incorrecta tendrá una consecuencia si no se llegan a superar las expectativas que se tienen de él; que no es otra cosa que, saque sus estudios adelante; ya que cada uno tiene una responsabilidad. Los padres trabajamos y debemos cumplir con nuestras obligaciones laborales y los hijos, estudian y deben cumplir con sus obligaciones estudiantiles, aprobando las asignaturas. No hay más.

Si a lo largo del curso escolar, habéis observado que vuestro hijo flaquea en algunas asignaturas, y le habéis proporcionado las herramientas para ayudarlo a solucionar esas dificultades (tutorías con su profesor para que le oriente o refuerce aquello que tiene dificultad o ayuda por vuestra parte en aquellas cuestiones que no entiende, o bien, ha acudido a alguna academia de repaso o profesor particular…); pero a pesar de ello, vuestro hijo ha pasado olímpicamente de dichas ayudas y no las ha aprovechado, y ha suspendido varias asignaturas (otra cosa es que el niño se esté esforzando pero tenga alguna dificultad en el aprendizaje, que no va a ser el caso ahora), mucho me temo, que vais a tener que hablar con vuestro hijo. Eso sí, cuando se os haya pasado el enfado, porque imagino que –como a todos- lo primero que nos viene a la cabeza es echarle la gran bronca. Pero debéis controlaros, esperar a que se os pase esa desazón que tenéis dentro y cuando ya estéis calmados, entonces le exponéis el tema.

Cogéis papel y lápiz a y con tranquilidad, le preguntáis el porqué ha suspendido esas asignaturas. Todo lo que vuestro hijo os pueda decir, vosotros lo tenéis que apuntar en una columna que habréis dibujado en el papel, pero a la vez y en otra columna al lado, debéis anotar la solución o las herramientas que vosotros le disteis para solucionar ese problema. Por ejemplo: (lo primero que os dirá) “El profesor me tiene manía”. Solución que le distéis: “fuimos a hablar con el profesor y se preocupó en ayudarte o darte las pautas para que consiguieras superar esas dificultades que tenías”. Otra: “No entendía nada de esa asignatura”, y en la otra columna debéis poner lo que vosotros hicisteis. “se te puso un profesor particular… o te lo expliqué yo en varias ocasiones”….

En fin, esto os servirá a todos para poder hacer una valoración de la actuación de cada cual: a vuestro hijo, para que él mismo observe cuál ha sido su actitud a lo largo del curso. Y sobre todo a vosotros para que no tengáis sentimientos de culpabilidad, porque asumáis los suspensos de vuestros hijos, como un fracaso vuestro. ¡No! La responsabilidad es de ellos, y quienes suspenden son ellos. Eso no quiere decir, que vosotros como padres, os preocupéis en proporcionarle la ayuda para que consiga superar las dificultades; pero el esfuerzo lo han de realizar ellos, como vosotros, en su día os esforzasteis con vuestros estudios y ahora con vuestro trabajo.

Y una vez analizados estos puntos, está claro, que una actitud incorrecta, debe tener una consecuencia. De manera que si vuestro hijo no se ha esforzado lo largo del curso, y ha suspendido varias asignaturas, deberá tener unas obligaciones de estudio durante el verano y que sus vacaciones, se van a ver condicionadas a ese estudio.

Así pues, deberéis trazarle un plan muy exhaustivo de cuáles van a ser sus obligaciones durante el verano: estudio (que puede ser en una academia o con un profesor particular…), tareas de casa, algo de relación social con amigos y vida familiar. Pero todo debe estar muy pautado. Fuera móviles, internet, o videojuegos en momentos que no estén programados y controlados por vosotros, a lo largo del día.

Si habíais alquilado un apartamento, o un viaje, evidentemente, no lo vais a dejar tirado, como tampoco os vais a quedar vosotros o si tenéis algún otro hijo, sin vuestras esperadas vacaciones; pero por descontado, que allá donde vayáis habrá también profesores particulares, o academias de repaso, u horas estipuladas de estudio, tareas de casa, un poco de ocio y vida familiar. Y por supuesto, móviles, internet, y videojuegos fuera, mientras estudia. Sólo un rato cada día y el momento que vosotros acordéis.

Debéis controlar lo que estudia, bien preguntándole sobre el tema que ha estudiado, bien, repasándole la libreta, o haciéndole, en la medida que podáis preguntas al respecto para comprobar que va estudiando aquello que tiene que recuperar.

Y si vuestras vacaciones, son de tres o cuatro días en algún hotelito alejado para descansar y recuperar energías, y vuestro retoño no ha cumplido para nada con sus obligaciones estudiantiles, ni se os ocurra quedaros vosotros o algún que otro hijo, sin vuestras merecidas vacaciones. Si tenéis padres, o hermanos a quienes no les suponga un trastorno ni un inconveniente quedarse con su nieto o su sobrino durante esos tres o cuatro días que vosotros marcháis, siempre y cuando también le marquéis las pautas, pues... a disfrutar papis, que vosotros os lo habéis ganado. Está claro, que esas no eran las vacaciones que habíais pensado, pero vuestro hijo debe aprender que una actitud incorrecta, conlleva una consecuencia. Posiblemente el curso siguiente, se esmere más.
Eso sí, a vuestro hijo le tenéis que hacer ver, que no es un castigo ni una venganza contra él y su comportamiento incorrecto, sino que es una consecuencia de ese mismo comportamiento incorrecto, el cual, se le ha ido avisando a lo largo de todo el curso escolar.

Hasta pronto.

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