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21.12.2015

COMUNICARSE CORRECTAMENTE CON LOS HIJOS

Artículos
COMUNICARSE CORRECTAMENTE CON LOS HIJOS

Buenos días:

Hoy voy a hablaros sobre la comunicación; que no es otra cosa que expresar a alguien nuestros sentimientos, deseos, intenciones, experiencias.

Mirad, las personas estamos continuamente comunicándonos, en el trabajo, en los comercios, en la calle y por supuesto en la familia, y cómo no, lo debemos hacer con nuestros hijos. Es tan importante la comunicación para que haya un buen entendimiento entre las personas…

Necesitamos de la comunicación para hacernos entender; para transmitir aquello que deseamos, que queremos y que sentimos. Si no lo transmitimos, si no lo comunicamos ¿Cómo van a saber los demás qué pensamos, qué queremos, qué sentimos? ¿Por arte de magia? No, amigos, el pensamiento no se transparenta. Igual algún día llegamos a tener ese poder… ¿Quién sabe?, pero de momento, si nosotros no expresamos, no nos comunicamos, nadie sabe lo que pasa por nuestra cabeza. De la misma forma que si las demás personas no se comunican con nosotros, no nos transmiten aquello que piensan, sienten o quieren, tampoco podremos ponernos en su lugar y saber el porqué de ese comportamiento o de ese sentimiento, etc.

Por este motivo, amigos, es importantísimo que hagamos un mucho hincapié en trabajar este aspecto con nuestros hijos, que nos comuniquemos con ellos, y que les enseñemos, por supuesto, a saber comunicarse con nosotros.

Debemos encontrar a lo largo del día, algún momento propicio para comunicarnos correctamente con nuestro hijo. Y digo correctamente porque para comunicarse de forma efectiva, vuestro hijo debe percibir que lo estáis escuchando –que no oyendo, que es muy diferente-, que estáis en cuerpo y mente atendiendo a lo que os está contando; así como debéis entablar un diálogo con vuestro hijo.

De igual modo, es muy importante que cuando vuestro hijo os busque porque quiere comunicaros algo, lo escuchéis atentamente. No hagáis como que lo estáis escuchando, pero, como digo, está vuestro cuerpo, pero la mente no está al cien por cien. Y digo esto porque es importantísimo que el niño, sienta que sus sentimientos, sus deseos, inquietudes están llegando al receptor que él ha elegido, que sois vosotros. Y si él lo ha elegido así, es porque en ese su transmitir, su comunicar, además de querer desahogar y expresar cómo se siente, lo que teme, o su preocupación; posiblemente también esté esperando de vosotros una orientación, una guía, un sentirse arropado. El espera de vosotros una empatía; es decir, que tengáis la capacidad de poneros en su lugar y saber cómo se siente, por qué se siente así, qué le pasa… y que a la vez, una vez os hayáis puesto en su piel, podáis orientarlo, animarlo, motivarlo.

De ahí la importancia de comunicaros correctamente. De escuchar correctamente. De fijaros también en el lenguaje no verbal de vuestro hijo. De asentir con interjecciones tipo “ajá”, “vaya”…; o con movimientos de cabeza o expresiones faciales. Todo ello, ayudará a vuestro hijo a saber que os estáis poniendo en su piel, en su lugar. Le estaréis indicando que estáis totalmente atentos a lo que os está contando. Debéis, como digo, asentir a sus sentimientos, con expresiones: “Vaya, veo que te has enfadado mucho…” o “Ya, ya; imagino cómo te debes sentir…”. En vez de utilizar expresiones como ésta: “Pues que tontería enfadarte por esas cosas…” o “¿Y tú estás triste por eso? ¡Pues vaya bobada!...”.

Si actuáis de este modo, es decir, quitándole importancia a sus sentimientos a sus expresiones, le estáis cortando la comunicación; porque quizás, lo que él quiere es desahogar, es contaros algo que le está inquietando, quiere soltarlo, en definitiva. Y con esa actitud, no le estáis dando pie a que siga contándoos más.

Una vez vuestro hijo haya percibido que sabéis exactamente lo que siente, ya podréis orientarle, calmarle, motivarle…

El tema da para mucho, amigos. Si os interesa en otro artículo os lo puedo ampliar más.

Hasta pronto..

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