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21.12.2015

¡CUIDEMOS LO QUE DECIMOS A NUESTROS HIJOS!

Artículos
¡CUIDEMOS LO QUE DECIMOS A NUESTROS HIJOS!

Buenas tardes:

Hace poco hablaba en un artículo, sobre la dualidad del ser. Cómo, los adultos, en muchas ocasiones decíamos algo, pero en el fondo queríamos expresar otra cosa totalmente distinta. Lo mismo ocurría con nuestras acciones, eran duales.

Hoy, quiero hablaros de las frases que, de forma inconsciente, los padres dicen a los hijos sin pensar en el verdadero mensaje que transmiten y en la repercusión negativa que pueden ejercer en ellos; y sobre todo cuando estos mensajes van dirigidos a niños entre los 2-6 años aproximadamente; ya que en estas edades, los niños todavía no tienen desarrollada su capacidad de pensamiento abstracto ni lógico y no saben discernir bien ese doble mensaje; ese, te digo esto con la intención de que hagas lo otro… En esta etapa, los niños interpretan el mensaje tal cual, se quedan con el titular y no son capaces de extraer el verdadero contenido del mismo.

Así pues cuidemos mensajes como:

-“Eres muy malo”, en vez de decirle: “Eso que has hecho, no ha estado nada bien, por…”.

-“Eres muy torpe, muy guarro, un desastre…”: en vez de decirle: “Mira hijo, cuando hagas esto o aquello presta atención porque…”

-“Si te portas así, te vas a quedar solo, no te va a querer nadie”, en vez de decirle: “Esa forma de proceder, no está bien, porque molesta a los demás, y piensa si te lo hicieran a ti, si te gustaría o no, cómo te sentirías…”

-“Si no haces eso, vendrá el coco o la bruja y te llevarán consigo”, en vez de decir: “Si no te lavas los dientes (por ejemplo), te saldrá caries en ellos, se pondrán negros y te dolerán.

-“Me tienes harto, no te aguanto más, estoy cansada de ti…” en vez de decirle “Esta actitud o comportamiento que tienes, me disgusta o me hace enfadar, porque no es correcta y la estás repitiendo muy a menudo…”

Pensad con sinceridad, las veces que se emiten frases como estas o similares. En muchas ocasiones y como digo, de forma apresurada e inconsciente; bien porque vamos liados o preocupados por nuestras cosas y descargamos con quien menos queremos y debemos descargar.

Es necesario que analicemos bien el tipo de mensajes que trasmitimos a los hijos, porque con ellos, les trasladamos inseguridad, miedo, mensajes despectivos y negativos sobre sí mismos, que luego ellos interiorizan y los convierten en verdades absolutas, creciendo con la etiqueta de que “soy malo”, “soy un desastre”, “no sirvo para nada” o “se han cansado de mí”, “ya no me quieren”.

Con esto, lo único que conseguiremos es que crezcan con una autoestima muy baja y con poco poder resolutivo y no les estamos ayudando a que sepan verdaderamente el porqué una acción determinada es correcta o no. No les estamos ayudando a crecer, a gestionar sus emociones, a tener empatía y ponerse en el lugar del otro. No les ayudamos a que sepan comportarse de una forma correcta y coherente, y no por temor o inseguridad a algo o a alguien.

Así es que papis, mejor contar hasta cinco y pensar en lo que verdaderamente se quiere transmitir a los hijos, antes de soltar una de estas “Alegorías”.

Hasta pronto.

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