Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies.

22.12.2015

¿DEBEMOS INTERVENIR EN LAS DISCUSIONES DE NUESTROS HIJOS CON SUS AMIGOS?

Artículos
¿DEBEMOS INTERVENIR EN LAS DISCUSIONES DE NUESTROS HIJOS CON SUS AMIGOS?

Hola amigos:

Es práctica habitual en los padres, ir en auxilio de su hijo cuando ve que está peleando, discutiendo con algún amigo, o simplemente cuando ve que su hijo no está teniendo una buena aceptación o un buen trato por parte de sus iguales.

Así se puede ver en parques, fiestas de cumpleaños o reuniones diversas en las que hay niños y padres, que si éstos observan que su hijo está teniendo alguna discrepancia por parte de algún niño, salgan en su ayuda; riñendo, si cabe, al niño en discordia, y por reciprocidad generando malestar en la madre o padre del niño en cuestión, porque se le está llamando al orden a su hijo, y máxime una persona que nada tiene que ver, para que se tome esos derechos con un niño que no es el propio.

Mirad padres, esta actitud de sobreprotección en nuestros hijos, no es nada buena. Debemos enseñar a los niños, a que sean resolutivos y que solucionen ellos mismos sus diferencias con sus iguales. Debemos darles herramientas para que sepan ellos mismos gestionar sus emociones y sus actos.

Eso no quiere decir, que si vemos que los niños están enzarzados en una pelea, que ya han entrado las manos, o los pies; en definitiva se están agrediendo; entonces sí que debemos ir a ayudarles, pero no para ser los salvadores de nuestros hijos, sino para ayudar a los dos niños a que observen lo inoportuno de su acto; ayudarles a recapacitar sobre el mismo y a saber pedirse perdón mutuamente y que vuelvan a jugar sin más discusión.

Pero para nada, debemos increpar al otro niño, ni llamarle al orden, porque entre otras cosas, en muchas ocasiones, no sabemos quién ha empezado primero, si el que ha increpado o el que ha ido pinchando, hasta conseguir esa reacción por parte del otro…
Además, queridos amigos, debéis tener en cuenta algo muy importante, y es que los niños son niños, y de pronto están enfrascados en una gran discusión o pelea y a los cinco minutos vuelven a ser los más amiguitos de antes. Y los padres, cuando nos tocan nuestros retoños, sacamos lo que debemos y lo que no; pero ni a los cinco minutos, ni al cabo del tiempo se nos ha borrado esa mala sensación de lo que le han dicho a nuestro hijo y por lo tanto, se ha formado una barrera muy difícil de salvar; porque los adultos tenemos más prejuicios y nos cuesta más borrar y pasar página.

Así es que, papis, enseñad a vuestros hijos a que sean ellos mismos lo que se gestionen las discusiones que tienen con sus iguales, y dejad vuestra intervención para casos extremos.

Nos vemos pronto.

0 comentarios

Para poder comentar debes estar registrado y haber iniciado sesión.