Mucho se ha avanzado en el camino de la igualdad de género, pero todavía quedan casos y situaciones que denotan comportamientos y patrones educativos ya obsoletos.
Es tarea de todos que sigamos trabajando en este tema desde la base primordial, que es la educación. De manera que respetando las diferencias sustanciales y que afortunadamente nos hacen distintos al hombre y a la mujer, pero a la vez complementarios, eduquemos a nuestros pequeños, primero y sobre todo desde la familia, después desde el colegio y por supuesto también desde la sociedad misma, para que poco a poco esas desigualdades desaparezcan.
0 comentarios