Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies.

22.12.2015

¿ES BUENO SER AMIGO DE NUESTROS HIJOS?

Artículos
¿ES BUENO SER AMIGO DE NUESTROS HIJOS?

Hola amigos:

Hoy voy a hablaros sobre cómo ha cambiado la visión y la relación entre padre e hijos.

Si hasta no hace muchos años, los padres ejercían la educación sobre sus hijos, de forma autoritaria; más bien basada en el temor que el hijo sentía por el padre, que por el respeto hacia el mismo; hoy en día, y fruto de esa represión, la educación ha dado un cambio de rumbo tremendo.

Los hijos de aquellas generaciones que tuvieron padres autoritarios, quisieron dar a sus hijos una educación totalmente distinta, y surgió la nueva tendencia de “ser amigo de mi hijo” como estilo educativo. ¡Craso error, amigos! Y digo esto porque nunca un padre/madre puede ser amigo de su hijo.

Preguntémonos una cosa ¿Quiénes son amigos de nuestros hijos? Pues sencillamente, jóvenes de una edad similar, con los que comparten estudios, ocio, inquietudes, aficiones; chavales que tienen prácticamente las mismas circunstancias. Son jóvenes, a quienes les cuentan sus pillerías, o sus problemas, o sus primeros escarceos amorosos. Sus vidas giran en torno a unas edades, vivencias, unas necesidades y unas inquietudes totalmente distintas a las de su padre o su madre, que le lleva unos cuantos años, que tiene unas inquietudes, unas circunstancias y unos problemas totalmente distintos a los de su hijo.

Queridos amigos, no nos engañemos. Son puntos de vista totalmente diferentes… ¿Cómo vamos a ser amigos de nuestros hijos?

Mirad, los hijos necesitan un referente, una persona que le aporte seguridad, que le dé unas normas, unos límites, unos valores, una forma de entender la vida, de ir caminando por ella, de ir tomando decisiones, de la misma forma que necesitan que se les oriente a buscar alternativas o analizar la situación, si estas decisiones no han sido las correctas. Necesitan a alguien con experiencia, necesitan tener un ejemplo a seguir. No necesita tener un amigo que le lleve tantos años, y que encima sea su padre. ¡No perdamos el norte, por favor!

Vuestro hijo, os necesita como padres que sois, como personas que le habéis dado la vida y que estáis educando y formando para convertirlo en una persona íntegra; no para que os tratéis de colega a colega.

Eso no quiere decir, que tengáis conversaciones con vuestros hijos; que os confíen sus cosas, sus temores, sus ilusiones, etc. Claro que debéis tener esa complicidad. Es bueno que compartáis aficiones, que hagáis cosas juntos, que vayáis de compras o a ver un concierto juntos… Todo lo que vosotros queráis. Pero siempre en calidad de padre e hijo. Nunca de colegas, de amigos… ¡No!

Pensad que con esta actitud, lo único que estáis trasladando a vuestro hijo es inseguridad, que no tenga un referente en la vida, un ejemplo a seguir, un saber dónde están los límites marcados.

No estáis ayudando a educar correctamente a vuestro hijo. Y vosotros, queridos padres, no os estáis dando el respeto ni la admiración que vuestros hijos deben tener hacia vuestra figura como padres.

Bien amigos, me despido de vosotros hasta mañana, esperando que este artículo haya sido de vuestro agrado.

0 comentarios

Para poder comentar debes estar registrado y haber iniciado sesión.