Hola amigos,
Hoy voy a hablaros de la herencia que podéis dejar a vuestros hijos
El curso ha finalizado ya, y es práctica habitual en los padres, obsequiar al hijo con algún regalo o juguete. Además, a lo largo del todo el curso escolar, también se les suele obsequiar con algún regalo porque han sacado buenas notas en los diferentes trimestres y evaluaciones; como también, si se ha querido modificar o conseguir alguna actitud concreta en nuestros hijos, se ha negociado con ellos, mediante un regalo. Un bien, a cambio de conseguir que modifique una actitud.
En definitiva, que el niño se pasa el curso escolar recibiendo regalos por algo que es su deber, su trabajo, su obligación; como también nosotros, los adultos, tenemos las nuestras y las cumplimos porque nos toca, porque es nuestro deber; no porque nadie nos obsequie por ello.
A esto hay que sumarle, que en las Navidades han tenido excesivos regalos procedentes de distintos familiares; así como en los cumpleaños y en otras fechas, significativas o no, pero que por acallar algún que otro lloro en nuestro hijo, hemos claudicado y hemos acabado comprándole cualquier objeto.
¿Qué está pasado con todo esto, amigos? Sencillamente que los niños, hoy en día, no valoran ni cuidan nada, porque tienen un exceso de todo, ya que tienen todo sin llegar tan siquiera a desearlo.
Hoy, son muchos los niños que no saben jugar con un juguete, ya que no les entretiene; o no saben mirar un cuento detenidamente, ni cuidarlo con sumo esmero, porque no les atrae, no les motiva.
Es más si el juguete u objeto, se les rompe, ni se enfadan prácticamente porque saben que tienen muchos más o que ese mismo juguete que ha roto, será reemplazado por otro igual o mejor, si cabe.
La cuestión es darles y darles todo aquello material que se puede, hasta en ocasiones sin que se pueda tanto, todo ello para que nuestro hijo no sufra, no se decepcione, ni se frustre.
A todo ello, son muchos los padres que basan toda su vida en un ahorro, en un verdadero esfuerzo por conseguir un patrimonio, una buena economía para dejarles a sus hijos en herencia; a costa, incluso de no disfrutar ellos mismos de un presente acomodado, que han ido forjando a base de trabajo y esfuerzo.
Mirad, amigos, todo esto está muy bien. Que bueno sería que todos los padres pudiesen dejar una buena herencia a sus hijos, pero que ellos mismos también la hubiesen disfrutado. Si no es así, ni vosotros padres, no podéis dejar ningún bien a vuestros hijos, no os preocupéis, no sintáis culpabilidad por ello, ya que la mejor herencia que podéis dejarle a vuestros hijos, no es la material, no. La mejor herencia que podéis dejarles es una buena educación y una formación.
Una educación que la daréis desde casa y que estará basada en valores de esfuerzo, trabajo, respeto, sencillez… Y una formación, que será la que adquiera en los distintos centros escolares y formativos a lo largo de todos sus años de infancia y juventud. Es aquí donde debéis invertir y esforzaros al máximo y poner todo vuestro empeño y dedicación para proporcionarle a vuestro hijo esa herencia; ya que juntas, educación y formación, hará que se configure ese verdadero ser; esa persona, un ser social y productivo, capaz de forjarse un buen futuro el día de mañana.
Así es que no lo dudéis, queridos padres; la mejor herencia para vuestros hijos: la educación y la formación.
Hasta pronto amigos.
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