Hola amigos:
Hoy quiero hablaros de los miedos que sufren los niños en edades tempranas. Estos pueden ser causados por muchos factores: bien sea por inseguridad del niño, por temores, por circunstancias personales o familiares, o incluso miedos heredados o transmitidos por los padres o personas allegadas al niño.
Es imprescindible en estos casos, y sea el origen del miedo que sea, mostrarle al niño nuestra calma, transmitirle seguridad y ayudarle a que verbalice qué le ocurre para encontrar el origen del miedo.
Ni que decir tiene, que no se debe, bajo ningún concepto, utilizar el miedo o la amenaza para conseguir algo en el niño. No es raro, oír a los padres decir a sus hijos, cuando estos son pequeños: “…no hagas esto o aquello que vendrá el hombre del saco o el monstruo…” Esto queridos amigos, no resulta nada conveniente.
También es frecuente que los niños sientan miedo al abandono cuando se despegan de sus padres, bien porque acceden a guarderías o al colegio; así como miedo a no estar protegidos cuando los padres se separan… En fin, como digo, los miedos pueden tener muchos orígenes.
La manifestación de esos miedos puede ser también muy variada; así podemos ver niños que se muerden las uñas, que se hacen pipí en la cama; niños que tienen problemas para conciliar el sueño, etc.
Los padres pueden ejercer un papel muy importante para dar a sus hijos la confianza suficiente y conseguir que esos miedos desaparezcan. Así pues:
-Deben evitar hacer cualquier tipo de alusión o provocar en sus hijos algún tipo de temor para conseguir una acción o actitud determinada en ellos.
-Hablar con sus hijos, preguntarles a qué tienen miedo, por qué, cuándo les ocurre esto, qué piensan que le puede pasar. Una vez sepamos qué están pensando y sintiendo los niños, podemos hablarles sobre el tema. Explicándoles, por ejemplo, que si tienen miedo a que los papás ya no vuelvan, decirles qué es lo que estamos haciendo o dónde vamos cuando nos separamos de ellos. Decirles, que después de comer (o después de algo concreto, ya que ellos no tienen noción del tiempo) iréis a recogerlos. No debéis demoraros, de lo contrario no le daríais seguridad a vuestro hijo, y no conseguiríais quitarle el miedo que siente a la separación o al abandono.
-También es bueno inventaros historietas que hagan referencia al miedo que siente. Por ejemplo, si tiene miedo a la oscuridad, os podéis inventar un cuento de una luciérnaga, llamada “lucecita” que tenía tanto miedo a la oscuridad, que desarrolló un poder, de manera que para evitar ese temor, se le iluminaba el abdomen; así que nunca jamás volvió a sentirse mal, porque tenía un truco para superarlo. Os podéis ayudar con algún muñeco, u objeto que le pueda dar seguridad.
En definitiva, queridos padres, es que tenéis que buscar el motivo que le provoca ese miedo a vuestro hijo, y luego encontrar una estrategia para hablar sobre ese miedo, e inventaros algo que le ayude a desmitificarlo y a tranquilizarlo.
Nos vemos pronto.
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