Hola amigos:
Asistiendo ayer a una conferencia sobre educación, salió a relucir un comentario sobre la formación que se impartía a niños de un determinado colegio.
Los alumnos, de muy corta edad, ya recibían, clases en inglés, chino y francés. Yo me cuestionaba, mientras escuchaba, si en el colegio les quedaría algo de tiempo para hablarles en su lengua materna -que aquí, suele ser el castellano-. ¡Pero bien!
También, y no en esta ocasión, pero sí con bastante frecuencia, oigo comentarios de lo que saben los niños de muy, pero que muy corta edad (educación infantil). Así pues, hay personas que se enorgullecen de que sus pequeños retoños, sepan de “pe” a “pa”, y sin olvidarse ninguno, todas los planetas y todas las constelaciones del universo entero del mundo mundial. O todos los huesos, músculos, tendones, órganos, etc. de la geografía humana. Otros, son verdaderos paleontólogos y reconocen toda la dinastía de los dinosaurios desde sus primeros inicios hasta su extinción…
Y a mí, queridos amigos, todo esto me parece muy bien, que los niños sean así de instruidos, que sean políglotas, que sean científicos y verdaderos literatos que apenas levantan tres palmos del suelo… Pero yo me pregunto ¿Y cuando ejercen de niños? ¿Cuándo juegan con sus iguales, cuándo se ensucian con la tierra, con barro, con plastilina? ¿Cuándo hacen trastadas de niños?
También me pregunto: ¿Tendrán estos niños tiempo para hacer recetas de cocina con sus padres? O hacer figuritas con pasta de harina, o “perder el tiempo” paseando al lado de papá y mamá, no haciendo otra cosa que ir observándolo todo, preguntándolo todo y observando a medio metro de distancia de los papis, como éstos también van caminado a su lado y van hablando, van contándose cosas, le van mirando, diciendo, hablando… Digo yo ¿eh? Igual es que soy un poco arcaica y me pongo algo ñoña recordando lo que yo hacía cuando era pequeña.
¿Tendrán tiempo estos niños, de hacer todas estas cosas tan simples?
Y ahora sí que ya nos dejamos de tonterías a vamos al grano: por favor, “No perdamos el Norte”, porque corremos el riesgo de que nuestros hijos nazcan ya con toga y birrete, a la vez que por la misma teoría de la evolución de Darwin, nos saltemos de un plumazo su infancia y las vivencias y aprendizajes que deben vivir, experimentar y saber en cada edad.
Así es que, que me digan que un niño de tan corta edad ya es un Doctor Honoris Causa, pues como que no. ¡Tiempo tendrá!
Un niño, en estas edades de infantil, debe:
- Correr, saltar, relacionarse y jugar con sus iguales a juegos de “NIÑOS”.
- Debe toquetear, palpar, mancharse, experimentar con pinturas, con texturas, con multitud de materiales.
- Debe vivir la vida de la forma más sencilla, menos complicada, menos estresada ni presionada posible.
- Solo tiene que ser niño, sentirse querido, protegido, cuidado, a la par que se le va enseñando las cosas que ha de aprender en esa corta edad: ir adquiriendo poco a poco autonomía, aprender hábitos, normas, límites de forma paulatina y progresiva.
- Ha de vivir en familia, y cuando digo en familia, digo con dedicación de los que son su ejemplo a seguir-sus papis-, los cuales le deben dedicar muchos momentos de atención, de entretenimiento, de diálogo, de ocio…
Mucho mejor que aprender los planetas, el cuerpo humano, la mitología griega, (que tiempo tendrá para ello), será que aprenda que en la familia, papá y mamá le quieren, se quieren, hay calor de hogar, le enseñan trucos de magia, le cuentan cuentos con vocecillas, se convierten en grandes chefs de cocina los fines de semana, hacen juguetes totalmente creativos con materiales reciclados, dan paseos a ninguna parte en concreto, sino con el único fin de crear y vivir momentos especiales que el niño recordará siempre. Esos, eso es lo que debe saber un niño de tan corta edad.
En fin, queridos amigos, que tiempo tendrán de leer el Quijote. Todo a su debido tiempo.
Hasta pronto.
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