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23.12.2015

¿SE DEBE EVITAR DISCUTIR DELANTE DE LOS HIJOS?

Artículos
¿SE DEBE EVITAR DISCUTIR DELANTE DE LOS HIJOS?

Hola amigos:

Seguro que en alguna ocasión habréis discutido delante de vuestros hijos y después, pasado el vendaval, habréis reflexionado sobre lo sucedido.

Analicemos, porque el tema tiene matices… La situación idónea para todos sería no discutir, que todo y todos fuésemos perfectos. Pero como humanos que somos, sabemos que eso no sucede. Que en la vida hay altos y bajos y que las personas, por ser diferentes y pensar de forma distinta unas de otras, tenemos disparidad de opiniones y con ellas, en alguna ocasión, surgen los roces, discrepancias, hasta llegar a las discusiones.

Al niño también le sucede lo mismo, sobre todo cuando empieza su período de socialización, cuando da comienzo su escolarización y cuando empieza a relacionarse con sus iguales. También aparecen los roces, los intereses de cada uno y las discusiones.

Por eso, más que plantearnos si debemos evitar discutir delante de los niños, nuestra misión, como padres, es mostrar a nuestro hijos que llegamos a un consenso, que a pesar de no haber podido evitar tener discrepancias con nuestra pareja, hemos podido solucionar las mismas y llegar a una solución a través del diálogo, e incluso hemos pedido perdón.

Por supuesto, -y en eso voy a hacer mucho hincapié-, las discusiones nunca deben ser agresivas. Bajo ningún concepto. No podemos mostrar al niño, con nuestro comportamiento inapropiado, algo que estamos censurándole e incluso recriminándole si lo hace con sus iguales. Recordad, que los padres, somos el verdadero ejemplo para nuestros hijos. Si nosotros no hemos podido reprimir esa discusión, pero hemos llegado a una solución, un acuerdo, nos hemos disculpado y nos hemos dados muestras de nuestro amor y cariño, nuestros hijos, irán aprendiendo e imitando la conducta; pero si los padres discutimos, y nos seguimos enzarzando, sin llegar a ningún acuerdo ni solución, y acabamos con malas caras, malos gestos y malas palabras, nuestro hijo, lo percibirá de ese modo, y también imitará esa conducta en sus relaciones con sus iguales e incluso con los adultos.

Así pues, amigos, mi opinión es que evitéis en lo posible discutir, pero que si sucede, optéis por la vía del diálogo y el consenso, con muestras de afecto.

Espero que os haya gustado y servido de ayuda el artículo de hoy.

Hasta mañana.

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